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viernes, 17 de octubre de 2008

La Luna

La luna
Palabras, susurros, miradas, silbidos…vienen, van, se entrecruzan, acaban por desvanecerse. El aire que nos envuelve, la luna y el sol son testigos de lo que vivimos; nos observan desde lo alto, deslizándose entre las mullidas y húmedas hojas de los árboles que se contonean suavemente, en su camino hacia el suelo, tiñéndolo de amarillo y ocre, anunciando la llegada del seco y frío otoño.
Nuestras acciones escapan a su control, pues ellos observan burlones nuestras miradas, comentarios, y gestos. Conocen incluso, intrépidos y arriesgado personajes, nuestros pensamientos más recónditos, aquellos que se esconden en un oscuro rincón de nuestras mentes al que, eventualmente, proporcionamos un suave hilo de luz que, muy despacio, suavemente, de un modo casi burlón; se desvanecen, mientras contemplamos, anhelantes, la conjetura más recóndita y quebradiza de nuestras mentes.
Somos indecisos, débiles y vulnerables a los deseos de la naturaleza; a la confabulación de los astros y las figuras etéreas que amenazan nuestro destino con un fugaz y fuerte golpe que azote nuestras fatigadas vidas.
La duda, la incertidumbre, la vacilación recorren algún día las mentes de todos y cada uno de nosotros. Sin embargo, y la próxima vez que un arduo dilema dilate el ínfimo espacio aún vacante en nuestras mentes, sin duda; podremos preguntarle al aire, que nos sigue a todos lados; o a la luna, que ilumina nuestros pensamientos.
Vino comentando la jugada de menta....jugando a saborear una tostada de pan, calentita y crujiente, rebosante de una rodaja de queso de cabra coronada por una roja y gran frambuesa, una tabla variada y un baño de espuma. Espuma y vino, una gran copa de color burdeos y astringencia. Dulce jugo de fruta. Ebria.
In vino veritas.

Algo con sabor a Menta

Algo...llana palabra llana dotada de gran polisemia y significado. Algo, pudiendo ser dulce, salado; o realmente amargo.

Dulce como la menta, que saborearía sin parar; refrescante o amarga. Amarga como el sabor de muchas cosas, de muchos algos. Algos con sabor a frustración, derrota, mentira o impotencia.

Algo con sabor salado, salado con intenso sabor a la alegría, de ESE comentario que te levanta el ánimo en un momento bajo, bajo sabor salado cuando la cabeza está repleta de pensamientos sin fin, acumulados sin sentido en los sinsaberes de la...nuevamente, frustación, derrota, mentira o impotencia.

Quizás es más sabio no hacerse el payaso y ser siempre mas serio, sosteniendo el sentido de no ser capaz de saber lo que va a pasar con algo, poco o todo...o demasiado. Mucho mejor...comeré un helado de menta.