Llego a casa y no estás. Fumo un cigarrillo mientras, recostada en el sofá, veo pasar el tiempo. Ahora transcurre más lento, porque es momento de relax, porque estoy sola y observo los recovecos de la gran habitación que me rodea, porque los ojos se me cierran y me cuesta pestañear. ¿Por qué?
Claro que sí...Porque no estás.
Contesto al teléfono, sueño con que una voz se asome al otro lado y me pregunte qué tal, me lance un par de bromas, me haga reir y...sí, haga que mi día haya valido la pena. Pero no estás.
Y me conformo, me satisface lo que sea, un guíño, un beso en la distancia, lo que sea... Porque no estás.
Pero sueño, sueño historias que ójala fueran reales y me distraigo con la idea de que, un día, eso sueños, simplemente, se hagan realidad. En realidad es sólo un sueño, el sueño de que tú estás.
1 comentario:
eeeeh esto me suena jijijiji
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